Mi
"Gilbert Blythe"

A mi
"chiquitín de 1'80", mi dulce esposo, lo conocí
hace ya más de quince años, cuando juntos asistíamos
a clases se solfeo. Pronto comenzamos a compartir libros de
música y gustos comunes, aunque no sería hasta
unos años más tarde cuando nuestro corazón
decidió unirnos para siempre.

Comenzó
a estudiar piano pero, al cabo de un tiempo, tuvo que abandonarlo
para dedicarse mejor a su carrera profesional. Aún así,
de vez en cuando, le gusta volver a tocar sus melodías
favoritas y lo hace estupendamente.
Es una
apasionado de la Informática y de todo lo que se encuentre
enchufado a una red eléctrica. Trabaja en el área
de las telecomunicaciones y lo hace por auténtica vocación.

Es
una amante y practicante de casi cualquier deporte pero, sobre
todo, le encantan el tenis y el baloncesto.
Es
un verdadero "manitas" y le encanta hacer arreglitos
en casa y fabricar sus propios muebles. 
Es muy
tranquilo, paciente y tenaz. Así lo demuestra en sus
clases de Bailes de Salón, en las que cada día
se parece más a Fred Astaire, aunque a él le dé
vergüenza reconocerlo.
Es muy
goloso y tan dulce como los postres que le encanta preparar,
sobre todo, los fines de semana cuando dispone de mayor tiempo
libre. Pero también sabe defenderse en otros aspectos
culinarios y poco a poco va aprendiendo la forma de cocinar
exquisitos platos.
Es atento,
muy cariñoso y detallista, y siempre tiene un gesto generoso
en fechas especiales. Todas estas cosas y muchas más
son las que hicieron que deseara compartir el resto de mi vida
junto a él.

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